Dieta balanceada en paciente postoperatorio
Según la Organización Mundial de la Salud, la aplicación de una dieta adecuada desarrolla un efecto preventivo, terapéutico, educativo al paciente, contribuyendo a su bienestar social y físico, desde el momento que ingresa a un centro hospitalario, lo que ayuda a que su estancia sea agradable.
El objetivo de una dieta post-operatoria, es evitar que el paciente presente un cuadro de desnutrición, mantenga su masa muscular, recupere las funciones inmunes y cognitivas después de haberse sometido a un estado de estrés por la cirugía. Entonces, hablamos de un proceso de recuperación tanto de la herida como del organismo en general, manifestó la jefe del Servicio de Nutrición y Dietética del Hospital Irma de Lourdes Tzanetatos, Lcda. Ángela de Salas.
Este servicio mensualmente tiene una producción de 33 mil dietas, incluyendo al personal que tiene derecho al comedor.
El tipo de dieta y vía de alimentación (oral, enteral o parental) que se indica a los pacientes, depende de la complejidad de la intervención quirúrgica, complicaciones, así también como del tiempo que se estima para la recuperación por medio de la orden médica.
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La funcionaria De Salas explicó que “la dieta post operatorio es progresiva, según la tolerancia de cada paciente a la dieta. Se inicia con una dieta líquida clara (jugos variados no cítricos, cereal, gelatina, bebida hidratante), pasando por una líquida completa (incluye los mismos alimentos y agregándoles lácteos), ambas con el objetivo de aportar calorías, hasta lograr la incorporación de alimentos sólidos”.
“La suplementación con fórmulas entérales y módulos nutricionales, dependerá del procedimiento quirúrgico realizado y el estado nutricional de cada paciente”, dijo la nutricionista De Salas.
Nota/ Fotos: Zoraida Sánchez