Sexualidad saludable en el adulto mayor
Hablar de sexo todavía es un tabú para muchos, y un tema difícil de abordar en la sociedad; más aún, cuando el tema está ligado a la etapa última de la vida del ser humano, la tercera edad. En la mujer, después de la menopausia, aparece una serie de cambios hormonales que van a influir en su vida sexual, resaltó la Dra. Anneth Alberda, especialista en geriatría y gerontología, en la Unidad Local de Atención Primaria de Salud, ULAPS Sra. Lastenia Canto Solís, ubicada en el distrito de Capira.
Son muchos los cambios fisiológicos que se manifiestan en la sexualidad de la mujer; por ejemplo, la resequedad vaginal. En cuanto a la parte endocrina, disminuye la libido, ocasionando que, en las mujeres con pareja, surjan los conflictos, y en las que no la tienen, aparezcan la ansiedad, depresión e incluso el aislamiento.
Con respecto al hombre, el envejecimiento trae consigo cambios en el sistema reproductor, como el crecimiento prostático obstructivo, que muchas veces influye en las relaciones sexuales; la diuresis (formación mayor de orina), algunas molestias, por mencionar una, el tenesmo vesical (deseo continuo, doloroso e ineficaz de orinar), o las infecciones urinarias recurrentes, mencionó la geriatra.
«Por temor o vergüenza, las personas no buscan atención oportuna al referirse al sexo. Generalmente, se les recomienda a los hombres que a partir de sus 40, se realicen un PSA, por lo menos una vez al año; inclusive con una visita al urólogo, para evaluar si hay algún crecimiento prostático y descartar, a través de tamizaje, el cáncer de próstata».
Nota de prensa: Eda Nereira