Si eres paciente con enfermedades crónicas no transmisibles ¡cuida tu nutrición!
Se estima que un cuarto de la población a nivel mundial sufre de algún tipo de enfermedad crónica no transmisible o puede incluso tener varias a la vez, como el cáncer, diabetes e hipertensión.
Estas pueden ser el resultado de factores genéticos, ambientales o de comportamiento, como serían la mala alimentación, exceso de bebidas alcohólicas, fumar y el sedentarismo.
Alimentación en pacientes con enfermedades crónicas no transmisibles
La Dra. Petra Gálvez, médica general de la Unidad Local de Atención Primaria de Salud (ULAPS) Lastenia Canto Solís, de la Caja de Seguro Social (CSS) en Capira, con relación a la alimentación que debe de tener cada paciente que tenga alguna de estas enfermedades, dijo lo siguiente:
“Son consejos que doy a cada uno de mis pacientes que padecen algunas de estas enfermedades, los oriento en cuanto a su alimentación y lo que deben de hacer para controlarla”.
Diabetes: La buena nutrición y el buen control del azúcar en sangre, puede evitar o retrasar su aparición y sus complicaciones.
Se deben preferir las carnes magras y evitar freírlas, mezclar los almidones con menestras u otras fuentes de fibra, vegetales como el brócoli brindan vitaminas, minerales y buen aporte de fibra.
Evitar alimentos con azucares añadidos, como son las sodas, jugos, caramelos etc., si el pacientes va a salir de casa debe de evitar comidas abundantes, no pedir extras ni agrandados, buscar las opciones más equilibradas.
Hipertensión: Es una afección frecuente en la que la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias con el transcurso del tiempo es lo suficientemente alta como para poder causar problemas de salud, como una enfermedad cardíaca. La alimentación recomendada a personas con este padecimiento incluye consumir más vegetales y verduras; también, realizar ejercicios moderados y evitar el consumo de sopas enlatadas e instantáneas, condimentos o embutidos.
Cáncer: En el caso de las personas con esta enfermedad puede ocurrir el efecto adverso, ya que se empieza a bajar peso rápidamente por diversos factores como lo son la falta de apetito, cambio en el metabolismo o inflamación.
Con esta enfermedad la alimentación debe de ser dirigida a consumir más calorías y proteínas, de la siguiente manera:
- Comer pequeñas meriendas a lo largo del día.
- Comer cada cierto tiempo, no esperar a tener hambre.
- Mantenerse activo, si puede, ya que aumenta el apetito.
Además, la médica mencionó que las personas que padezcan esta enfermedad deben incluir en su dieta tomates, repollos, uvas, mango, aguacate y espinacas, ya que son alimentos que protegen las células, evitando malformaciones en las mismas.
Gálvez expreso, también, que algunas de estas enfermedades se puede evitar o retrasar su aparición siguiendo las indicaciones de su médico de cabecera y realizándose los exámenes anuales.
Nota de prensa: María Palacios