¿Sabes los detalles para realizar un electrocardiograma?
Se considera necesario mandar a realizar un electrocardiograma en niños, cuando el pediatra lo revisa a profundidad, y siente el ritmo cardiaco anormal, ya sea muy acelerado o muy lento, otra anomalía seria percibir latidos extras, explicó la licenciada Kathia Espinosa, técnica en electrocardiografía del Hospital de Especialidades Pediátricas “Omar Torrijos Herrera” (HEPOTH) de la Caja de Seguro Social.
Es importante saber qué tipo de arritmia muestra el paciente y el electrocardiograma, cuyas siglas son (ECG) o “electro”, es el examen que verifica los latidos del corazón, es decir, se refiere a la actividad eléctrica natural del órgano en mención.
“Generalmente, los equipos de electrocardiograma cuentan con ventosas para la población adulta, en cuanto a la toma de electrocardiografía. Sin embargo para el HEPOTH y la población pediátrica, es más factible la utilización de horquillas, por lo tanto se realiza el cambio de dichas ventosas por horquillas para mejor la manipulación en este grupo de pacientes, y de esta manera se logra el resultado requerido”, detalló Espinosa.
Si él bebé o el niño necesita un examen para que arroje mayores datos de su corazón, entonces se le manda a realizar un ecocardiograma que consiste en un ultrasonido con el que se detalla la anatomía y los flujos sanguíneos, en el mismo se emplean ondas de sonido para crear imágenes, es un examen más profundo y este sí lo tiene que solicitar un cardiólogo pediatra.
No es necesario ningún tipo de preparación especial antes de someter al infante a estos exámenes, “un técnico solo debe tener carisma, para saber cómo mantener al niño relajado y tranquilo, en ese momento nos volvemos payasos, cantores, de todo un poco, puesto que el examen requiere de absoluta tranquilidad, si el infante está tenso o llorando el resultado saldrá mal”, acotó la licenciada Espinosa.
Para realizar un ECG se deben descubrir la parte superior del cuerpo del niño, y se le cubre con una bata de hospital.
Este estudio no requiere de hospitalización, y toma un tiempo aproximado de 5 a 10 minutos, en el cual se pueden detectar bloqueos y hasta arritmias en el infante.
Sin embargo, si el niño está muy inquieto, en ocasiones el tiempo que toma para realizar este trabajo se extiende hasta por más de 45 minutos, a raíz de esto, el trato que se da para citar pacientes pediátricos, no puede ser igual al que se brinde a un adulto.
Se atienden niños con síndrome de Down, autistas y otro tipo de condiciones, estos pacientes son muy especiales a los cuales hay que dedicarles mucho más tiempo y de calidad, para lograr el resultado que se necesita para obtener un mejor diagnóstico.
La atención que se brinda en el HEPOTH va dirigida a la población de recién nacidos hasta adolescentes. En el año 2019 fueron atendidos entre 80 y 100 infantes por mes, debido a la pandemia estas cifras ha disminuido. En este hospital es el único lugar en donde se brinda este servicio sin solicitar cita.
Al momento de terminar con un paciente se procede a retirar la cubierta de la camilla, se desinfecta la cama, la máquina y los insumos que se utilizaron para la atención, con amonio cuaternario; de igual manera, la técnica se cambia de bata y de mascarilla y son desechadas, se lava las manos, y luego de este procedimiento está lista para la atención de su próximo paciente.
Nota de prensa y fotos: Giovanna Rodríguez Cáceres