Salud mental: prioridad global para afrontar las secuelas de la pandemia
Como una tormenta que a su paso deja secuelas, en ocasiones irreparables, el mundo entero está sometido a los efectos despiadados del virus que lleva más de un millón de muertos y daños a la salud mental por la pérdida de seres queridos o por el encerramiento obligado para contener la propagación.
Este, 10 de octubre, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra el Día Mundial de la Salud Mental, lo hace bajo atinadas conclusiones evidenciadas y analizadas en los seis meses de padecimiento mundial por la pandemia que la lleva a trazarse una meta: conseguir el incremento de las inversiones estatales en la salud mental.
Infinitos son los testimonios de padecimientos de que la salud mental saludable se trastocó y lo que debería ser ese estado ‘que nos permite sentirnos bien y funcionar adecuadamente en la sociedad’ se disipó en muchos.
Manuel Díaz Hernández, médico psiquiatra en la Policlínica “Dr. Santiago Barraza”, de la Caja de Seguro Social, en La Chorrera, dice que con una salud mental afectada sin la atención correspondiente podría ‘verse trastocada la forma de afrontar el estrés de la vida diaria y la productividad’.
Con certeza dice que en los primeros meses de la pandemia la cantidad de consultas, en la policlínica aumentó producto de la situación. Gente con miedo, preocupación marcada y estrés por la amenaza de la enfermedad encabezan el tipo de consultas.
Con ese panorama la OMS dice con firmeza que es inherente la necesidad de incrementar los recursos para atender a esa población porque ‘cerca de 1000 millones de personas viven con un trastorno mental, 3 millones de personas mueren cada año por el consumo nocivo de alcohol y una persona se suicida cada 40 segundos’. Datos, que a todas luces quedarán muy por debajo de la realidad luego de la pandemia y conforme poco a poco se recupere el mundo.
El doctor advierte que estos factores biopsicosociales al que se vive sometido un grupo de pacientes pueden llevar a desarrollar un trastorno mental, principalmente trastornos de ansiedad, depresión y trastornos secundarios al consumo de sustancias.
El especialista que junto a otros dos psiquiatras y cinco psicólogos atienden en la Clínica de Salud Mental de la policlínica está convencido que la aspiración, de la OMS, es lo más cercano posible a la realidad mundial por las ´inmensas secuelas en la salud metal de la personas’.
Por ejemplo, sigue diciendo, ‘el confinamiento puede hacer que la persona se sienta aislada y solitaria lo que puede incrementar el estrés y la ansiedad, por lo tanto, afecta la salud mental, aun sabiendo que el confinamiento y el distanciamiento social son necesarias para contener la transmisión del virus’.
Pero el escenario es peor para quienes perdieron familiares por estos meses producto del virus, porque ‘el proceso de duelo junto al miedo y ansiedad relacionados con la pandemia, también puede resultar abrumador para la persona. El no poder estar junto a ese familiar en sus últimas horas afecta la manera en que algunos afrontan la pérdida como lo es despedirse de ese familiar’.
Para este grupo de personas en duelo se recomienda conectarse con otras personas a través de video llamada, chats de grupo, coordinar una fecha para que en grupo, de manera virtual, se honre a ese familiar fallecido. Además se recomienda buscar ayuda por parte de salud mental, líneas telefónicas de apoyo y apoyo espiritual.
El Dr. Diaz resalta que los niños y adolescentes no escapan del problema, muchos responden al estrés de la misma manera. ‘Algunos cambios se pueden observar en niños y adolescentes como: Llanto, irritabilidad excesiva, regresiones en el comportamiento, tristeza, preocupaciones, aislamiento, patrones de alimentación y sueño no saludables, dolores de cabeza y dificultades para la concentración’.
En resumen y con motivo al Día Mundial de la Salud Mental ‘todos estos pacientes deben ser escuchados, evitando el estigma hacia la persona que ha padecido la infección o que ha convivido con una persona que falleció por la infección. Es importante que ante síntomas persistentes de insomnio, miedo, ansiedad o preocupaciones reciban atención por salud mental, cuanto antes’.
Nota de prensa: Gilberto Soto
Foto: A. Rangel / N. Batista