Diálisis: riñón artificial que puede alargar la vida de un paciente con insuficiencia renal

La insuficiencia renal crónica es una enfermedad que se caracteriza por tener distintos aspectos de gravedad, ya que la mayoría de los pacientes no presentan síntomas, mientras que aquellos que tienen enfermedades más avanzadas tienden a presentar edemas, hinchazón de los pies, náuseas, anemias, vómitos y debilidad.

El Dr. Régulo Valdés, coordinador nacional de Diálisis de la Caja de Seguro Social (CSS),  explicó que cuando estos síntomas aparecen ya es tarde, porque son personas que, prácticamente, necesitan diálisis.

Afirmó que cuando la función de los riñones está por debajo del 10%, este porcentaje representa que un paciente ha perdido más del 90% de la función renal y por tal razón necesita tener algún tipo de reemplazo de la capacidad renal.

Dijo que si esta enfermedad es diagnosticada a tiempo, el tratamiento oportuno es el trasplante.

“Si uno tiene un familiar sano que quiera donarle o se inscribe en una lista de espera, puede conseguir un riñón y no tener que entrar en diálisis”, afirmó el nefrólogo.

En el caso de no haber la opción de un trasplante, el Dr. Valdés recalcó que se debe recurrir a las terapias de diálisis que básicamente son dos. Una que se llama “hemodiálisis” que es un tratamiento que se hace tres veces por semana a través de la sangre y el otro es la “diálisis peritoneal”, es procedimiento que se realiza en casa y es por medio de venoclisis que se infunden a través en la cavidad abdominal.

Ambos tratamientos reemplazan la función renal y mantienen al paciente con vida.

Por otro lado, el nefrólogo explicó que una máquina de hemodiálisis es como un riñón artificial, la cual tiene un filtro por donde pasa la sangre del paciente y regresa más limpia, “los pacientes que están en diálisis solo se le limpia la sangre cuando están conectados a la máquina y por ello necesitan estos tratamientos de forma frecuente, tres veces por semana”, indicó.

La máquina de hemodiálisis cuenta con elementos que pueden determinar los componentes sanguíneos como sodio, potasio, calcio, PH de la sangre y la cantidad de líquidos en exceso.

Cuando los riñones no están funcionando bien, el cuerpo empieza a llenarse de toxinas que afectan a la sangre poniéndola demasiado ácida, y con la hemodiálisis se van normalizando durante el tratamiento.

Explicó que para el tratamiento de la hemodiálisis se necesita tener a disposición del equipo por lo menos unos 300 mililitros de sangre por minuto y para acceder se requieren de agujas que incidan en venas grandes.

Pero si el paciente es diagnosticado a tiempo, se le puede hacer una operación que se llama “fistula arteriovenosa” que consiste en conectar una arteria y una vena.​

En ocasiones también se recurre a un “catéter” donde se utilizan las venas grandes del cuello como la vena yugular interna, mientras se le realiza la cirugía de la fistula y a su vez se pueden colocar agujas en la vena femoral que se ubican en las piernas.

Los tratamientos de hemodiálisis se realizan en tres turnos los lunes, miércoles y viernes o martes, jueves y sábado y estos procedimientos duran aproximadamente 4 horas, durante ese tiempo se le limpia la sangre al paciente extrayéndole el exceso de líquido que tengan. En promedio, un paciente recibe por mes, alrededor de trece sesiones de hemodiálisis.

El Dr. Valdés puntualizó que la CSS es una de las instituciones que se ha convertido en pilar fundamental para ofrecer de forma integral este tipo de tratamiento, el cual está conformado por los equipos de hemodiálisis, evaluación médica constante junto con los medicamentos especializados para estos pacientes. “Nosotros hemos tenido pacientes que sobrepasan los 20 años de vida estando en diálisis”, aseguró.

Manifestó el nefrólogo que la hemodiálisis es un tratamiento muy costoso. Panamá es uno de los países de Centroamérica y el Caribe que cuenta con el programa de hemodiálisis más robusto, ya que las personas a las cuales se les aplican estos tratamientos no les cuesta nada y en ocasiones es apoyado con el transporte, alimentación, laboratorios y medicamentos.

“Si un paciente tuviera que pagar de su bolsillo estos tratamientos, sus costos sobrepasarían los 300 a 400 dólares mensuales, incluyendo todo. La CSS paga alrededor de 80 dólares por sesión, pero eso es lo que se utiliza para el tratamiento como tal, pero en realidad estos pacientes gastan mucho más porque usan medicamentos de alta tecnología que son costosos”, señaló el especialista.

“Síntomas”

En este aspecto, el Dr. Valdés mencionó que en ocasiones hay pacientes que luego de aplicarse el tratamiento de hemodiálisis por lo general presentan síntomas como debilidad, cansancio, calambres, presión arterial baja y cuando se dan este tipo de situaciones, hay que realizar ajustes en el tratamiento.

Actualmente, la CSS cuenta con 17 salas de hemodiálisis en todo el país, en las cuales se atienden cerca de 2 200 pacientes que se realizan estos tratamientos trece veces al mes, ​ y en la modalidad de diálisis peritoneal la cantidad asciende a más de 450 pacientes que reciben sus tratamientos en casa.

Mientras que existen cerca de 700 pacientes trasplantados de riñón. En la CSS hay pacientes con enfermedad renal avanzada que necesitan diálisis o trasplante, estos sobrepasan los 3 500.

La mayoría de las salas de hemodiálisis, con dos excepciones, tienen tres turnos de diálisis; por ejemplo, hay un turno que empieza a las 6:00 a.m., otro a las 10:00 a.m. y el último entre las 3:00 y las 4:00 de la tarde.

Hay dos excepciones que son el Complejo Hospitalario «Dr. Arnulfo Arias Madrid» y el Hospital «Dr. Rafael Estévez», en Aguadulce, que cuentan con un cuarto turno que inicia a las 11: 00 p.m. y termina aproximadamente entre la 1:00 y 2:00  de la madrugada.

Nota: Pablo Solís

Fotos cortesía: Marco Tejada