Recomendaciones al elegir cereales en la nutrición pediátrica
Los cereales, como parte del grupo de los hidratos de carbono, aportan al cuerpo vitaminas, minerales, proteínas, ácidos grasos y fibra, convirtiéndose en una fuente de energía vital para el día a día de los más pequeños, ya que las vitaminas que contienen y el resto de sus nutrientes los ayudarán a crecer y desarrollarse más sanos.
Así resume el magíster Héctor Moreno, jefe del Departamento de Nutrición y Dietética del Hospital de Especialidades Pediátricas “Omar Torrijos Herrera” (HEPOTH), sobre la importancia de los cereales en la dieta del niño, y a la vez define que las opciones de cereales recomendados serían la avena, hojuelas de maíz, arroz inflado y granola.
Adicional, el nutricionista explica que el cereal puede ir acompañado de frutas, como el tradicional guineo, pero también se pueden incluir en dicha dieta las fresas, papaya, nueces, pasitas o las ciruelas pasas.
No todos los cereales son buenos, el especialista explica que hay que evitar aquellos que contienen más de 10 gramos de azúcar por porción.
De igual forma, recomienda evitar en la dieta del niño este tipo de cereales, ya que en el mercado abundan muchas marcas, de las cuales hay demasiadas con alto contenido azucarado y calórico, esto podría traer problemas a mediano o largo plazo, al elevar los niveles de azúcar en la sangre, lo cual trae problemas de obesidad, sobrepeso y diabetes.
También, hay que tener cuidado al leer la etiqueta nutricional y fijarse en los ingredientes desconocidos. Muchos de los cereales se fortifican con numerosas cantidades de vitaminas y minerales, pero hay que evitar aquellos que contengan conservantes y colorantes artificiales.
El magíster Moreno también brinda un dato importante: si el arte de la caja tiene algún tipo de mascota o de dibujo animado, lo mejor es ignorarlo, pues de seguro tendrá mucho azúcar, aunque sea un personaje tierno que prometa una buena nutrición.
Otro detalle importante es evitar el exceso de sal, incluso en cereales muy dulces, puede tener grandes cantidades de sodio. Hay que elegir uno que no tenga más de 220 miligramos por porción.
Sobre el acompañamiento con la leche, tan común en nuestra dieta cotidiana, el nutricionista del HEPOTH en su experiencia no ve mayor problema en elegir la leche normal pasteurizada, excepto si el niño tiene algún problema de sobrepeso o de obesidad, en caso tal se recomienda una leche descremada o semidescremada que tiene una reducción en el contenido de grasa.
Por último, en lo que respecta a la frecuencia, como toda dieta balanceada y saludable, el magíster Moreno recomienda variar los cereales con otras opciones, y servirlos de 2 a 3 veces por semana, como máximo.
Nota: Alberto Velarde
Fotos: Alberto Velarde/Google