Cuidado de heridas por medio de terapia física en la Policlínica Generoso Guardia

Una herida que no sane puede causar mucho dolor para un paciente y puede tener un impacto muy importante en su calidad de vida.  La terapia física puede ser un tratamiento auxiliar para sanar exitosamente y cerrar heridas crónicas que no sanan.

La Lcda. Kathya del Carmen Echevers Barría, fisioterapeuta de la Clínica de Curaciones de Heridas de la Policlínica “Generoso Guardia”, de la Caja de Seguro Social (CSS), indicó que la fisioterapia es una gran herramienta que contribuye a aliviar el dolor, mejorar la limitación funcional, cuando los pacientes por causas de sus heridas sobretodo en la extremidad inferior pierden el movimiento del tobillo y pie, alteran su marcha y pierden fuerza muscular.

Procedimientos y Tratamientos

“Utilizamos agentes físicos como el ultrasonido, las corrientes terapéuticas, entre otros que nos ayudan a hacer una modulación del dolor, también ayudan a desinflamar, por otra parte, le enseñamos nuevamente al paciente cuales son los movimientos que tiene la extremidad, con estas recomendaciones las personas mejoran sus actividades de la vida diaria”, detalló la fisioterapeuta.

Mencionó que cualquier paciente que tenga una herida que le provoque dolor, inflamación, limitación articular, alteración de su sistema neuromuscular o músculo esquelético y además alteración de su sistema tegumentario (la piel), es candidato a recibir fisioterapia en la Clínica de Curaciones de Heridas.

Agentes físicos que influyen en la recuperación de las heridas

Los agentes físicos, representan una valiosa herramienta con que cuenta el fisioterapeuta y que se emplean para intervenir en el proceso de cicatrización de las heridas con fines curativos.

Echevers explicó que estos agentes físicos se aplican directamente a la piel y herida, ya que en ella se encuentran diferentes tipos de receptores, como lo son: receptores de presión, receptores de dolor, receptores de frío y de calor; que ayudan en la modulación del dolor y permiten la recuperación funcional.

“Los agentes físicos que más utilizamos son: el ultrasonido (por su efecto mecánico primordialmente), las corrientes terapéuticas, el láser y el magnetismo de baja potencia, todo a través de la piel”, explicó.

Estos agentes influyen en las células, las cuales poseen cargas iónicas positivas y negativas, que se equilibran para activar bombas de sodio y potasio, para mejorar la producción de calcio y acelerar la fase de proliferación de la cicatrización (se producen fibroblastos), que se encargan de formar piel nueva, proceso fisiológico que nos ayuda a mejorar y lograr el cierre de la herida; también se aplican para combatir la infección.

Por otro lado, se activa la circulación localmente y en toda la extremidad, ayudando a disminuir la inflamación y permitiendo que el paciente mueva mejor las articulaciones, logre una mejor marcha e integración a las actividades de la vida diaria, para que no tenga más limitaciones en las actividades ni restricciones en la participación, y sea una persona funcional. 

Higiene y cuidado de la piel

La fisioterapeuta mencionó que a los pacientes se les brinda recomendaciones sobre la higiene y cuidado de la piel, los movimientos que deben hacer las articulaciones, los reposos que deben de tener y elevación de la extremidad.

Se les ayuda también con instrucciones sobre la compresión por ejemplo: que tipos de medias deben usar, “una vez las heridas van cicatrizando sobre todo si son úlceras vasculares, es muy importante diferenciar o determinar que el paciente no tiene una complicación arterial, porque con una complicación arterial no se puede vendar pero en las venosas sí, a ambos pacientes lo que más se le instruye es sobre los ejercicios que les pueden ayudar a sobrellevar este problema que es muy doloroso”,  dijo.

Los pacientes sobre todo en las noches no pueden dormir por el dolor, es por eso que se les enseña una serie de ejercicios llamados ejercicios miolinfokinéticos que son aquellos que mediante la contracción muscular nos ayudan al retorno venoso, agregó Echevers.

La Lcda. Echevers, indicó que ha laborado durante ocho años en la Clínica de Curaciones de Heridas, en donde lo más satisfactorio de su labor es ver cuando un paciente logra el cierre de sus heridas;  ̎hemos tenido experiencias con pacientes que tienen  diez años y más de tener una úlcera que nunca le cerraba, muchas veces no logamos el cierre de la herida pero solamente con el hecho de que el paciente me diga, «tengo menos dolor, pude dormir, ya me puedo levantar, pude hacer mis cosas, eso es una gran satisfacción».

Nota / Fotos: Diana del Rosario Pineda A.