La COVID-19: un agente catalizador para el síndrome de burnout
Ante los altos niveles de estrés que ha generado la pandemia por COVID-19, diversos servicios de salud y administrativos de entidades públicas o privadas, enfocadas en la atención al cliente o en pacientes, se ha exacerbado el síndrome de burnout.
Raiza Duarte, psicóloga del Departamento de Salud y Seguridad Ocupacional (SySO) de la Policlínica «Dr. Ernesto Pérez Balladares, Padre», localizada en el distrito de Boquete, provincia de Chiriquí, detalla que el síndrome de burnout fue clasificado en 1974 por el investigador Herbert Freudenberger, quien identificó que los profesionales como trabajadores sociales, psicólogos, médicos, personal de enfermería o de servicios de urgencias, eran los más proclives a padecer de esta sintomatología emocional-psicológica, la cual también es conocida como «el trabajador quemado».
¿Cuál es la evolución del síndrome de burnout?
Detalla la psicóloga que al principio el trabajador está altamente motivado, labora horas extras, da la milla extra, no se enfoca en sus funciones, sino en el resultado final, da todo por el trabajo.
Posteriormente, va experimentando un agotamiento emocional y psicológico, al ver que las demandas superan las capacidades de respuesta.
Seguido, se acrecientan sensaciones negativas hacia el trabajo, llegándose a cuestionar si lo que está haciendo vale la pena y si realmente la profesión era lo que realmente buscaba hacer en su vida.
Con relación al personal de salud afectado por este síndrome, se han evaluado casos donde el personal atiende 5 o 7 pacientes afectados por la COVID-19 y cuando creen que han logrado terminar, nuevamente llegan muchos más casos, lo que da en el equipo de trabajo la sensación de nunca terminar la labor; lo que ocasiona desgaste de forma física y emocional, todo bajo la presión de evitar ser contagiados por esta enfermedad y de usar equipos especiales de bioseguridad, que no permiten ir al baño cuando así lo desee el trabajador de la salud, pasando horas de profunda incomodidad.
¿Cómo minimizar el síndrome de burnout?
Lo primero, explica la Lcda. Duarte, es reconocer que hay un problema de incomodidad que está afectando las emociones. Dar a conocer a las autoridades o jefes la situación, la cual no tiene como objetivo indisponer compañeros de labores sino dar a conocer el nivel de estrés.
Es vital que las empresas y entidades gubernamentales, a través de sus monitores de salud y seguridad ocupacional, brinden docencias a los trabajadores, para que los mismos identifiquen situaciones emocionales y autoconocerse mejor.
La comunicación es el eje fundamental entre los trabajadores y los jefes, los cuales deben evaluar situaciones como:
- Baja motivación.
- Despersonalización de las funciones que realizaba el trabajador.
- Apatía por los resultados de la empresa o entidad, aunque estos sean positivos.
- Aislamiento, puede generar aspectos como solicitudes de cambios de puesto laborales, solicitud de licencias, renuncias al puesto o en el peor de los casos, pérdida del trabajo.
El síndrome de burnout, también conocido como síndrome de aniquilamiento, síndrome de estar quemado, síndrome de desmoralización o síndrome de agotamiento emocional o profesional, es considerado por la Organización Mundial de la Salud como una enfermedad laboral que provoca detrimento en la salud física y mental de los individuos.
Nota de prensa y fotos Blanca Peralta de Farrugia