Dislipidemia y su relación con las enfermedades cardiovasculares
La dislipidemia o hiperlipidemia son alternaciones metabólicas en los niveles de lípidos en sangre (concentración de grasas en la sangre), caracterizada por un aumento en los niveles del colesterol, así como de los triglicéridos, siendo ésta uno de los factores de riesgo más comunes en las enfermedades cardiovasculares.
La Dra. Elaine Lasso, médica interna que cursa su último año en la Policlínica “Dr. Blas Daniel Gómez Chetro”, de la Caja de Seguro Social (CSS), en Arraiján, indicó que estos eventos ocurren en aquellas personas con alteraciones en los niveles de lípidos en sangre, que lo desconocían, o que alguna vez fueron tratados y abandonaron el tratamiento.
Agregó que aquellas personas que la padecen, marcan una prevalencia hasta del 25% en los hombres y 42% en las mujeres, que conllevan a un alto riesgo cardiovascular.
Explicó que la dislipidemia es un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares que pueden presentarse aislada o asociada a otros factores como tabaquismo, obesidad, hipertensión arterial sistémica y diabetes mellitus, entre otras.
A nivel mundial, la enfermedad cardiovascular es una de las principales causa de morbilidad y la primera causa de mortalidad en la población adulta según destaca la Organización Mundial de la Salud (OMS). Al año, se estima que esta enfermedad cobra 17.9 millones de vidas.
Síntomas
Aunque usualmente la dislipidemia es asintomática, pueden presentarse signos de alarma en personas con niveles muy altos de colesterol que se detallan a continuación:
- Arcos corneales: halos de depósitos de grasa en la córnea
- Xantelasmas: acumulación de colesterol en párpados en forma de pápulas
- Xantomas: depósitos de grasa en la piel. Generalmente ubicados en el tendón de Aquiles, codo, rodilla y sobre articulaciones de los dedos de las manos
- Disminución del pulso pedio (palpación transversal a la dirección de la arteria, con dos o tres dedos, puede facilitar ubicar el pulso)
Cómo evitar sufrir de dislipidemia?
Alimentación adecuada; realizar actividad física entre las que se recomiendan ejercicios aeróbicos, caminatas, carrera, ciclismo y la natación; control médico de la diabetes, evitar el sedentarismo, tabaquismo y el alcohol y mantener un peso adecuado señaló la Dra. Lasso.
Como recomendación dijo que “el cambio a un estilo de vida saludable es la base de la prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares”.
Nota de prensa y foto: Arleth Yanisselli