Insuficiencia venosa, afección del sistema circulatorio que lastima las venas

La insuficiencia venosa es una enfermedad que afecta las venas; en ellas hay un daño en las válvulas de las venas produciendo que la circulación sea  de manera irregular.

Explica la doctora en medicina general, Verónica Wharton, que la insuficiencia venosa aqueja mayormente las piernas, con las llamadas “arañitas” y las principales manifestaciones clínicas son el dolor, el cansancio, el agotamiento y adormecimiento de ellas.

En los casos severos aparecen las varices, el cambio de coloración en los miembros inferiores y posteriormente las úlceras en los casos de más cuidado.

La prevalencia es mayor en mujeres, pero los hombres no están exentos de padecerla. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la insuficiencia venosa se presenta en el 50% de la población con 50 años.

Factores detonantes para sufrir de insuficiencia vascular:

  • Llevar una vida sedentaria, permanecer de pie o sentado durante mucho tiempo; en ocasiones como consecuencia de la labor que realizan, por ejemplo, las secretarias o los policías.
  • La obesidad.
  • Fumar, el cigarro es una bomba de tiempo para el sistema circulatorio.
  • Antecedentes familiares, la insuficiencia venosa no es hereditaria; sin embargo, una persona puede tener la predisposición a padecerla.

Señala la doctora que el tratamiento específico, una vez que se diagnostica la insuficiencia venosa, es evitar que esta continúe progresando ya que cuando se desarrolla en grados más graves es difícil revertirla.

Lo más conveniente, insiste la doctora, “es practicar estilos de vida saludables, realizando actividades donde haya movilidad de las piernas para activar el flujo sanguíneo. 

Tener una dieta alta en fibra, tomar mucha agua y utilizar medias de compresión leves (no pantimedias), para evitar que la enfermedad avance. Es importante iniciar un tratamiento preventivo que impida tener síntomas más graves ya que a la larga podrían verse involucradas las grandes venas y arterias.”

Nota de prensa y foto: Edda Nereira