Prevención del maltrato infantil
El día 19 de noviembre se recuerda la prevención y concientización contra el maltrato infantil.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el maltrato infantil se define como los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años. El maltrato infantil causa alteraciones en la salud mental y física que perduran toda la vida.
Así lo define la doctora Tania Navarro, del Departamento de Paido-psiquiatría en el Hospital de Especialidades Pediátricas “Omar Torrijos Herrera” (HEPOTH).
Tipos de maltrato
La doctora Navarro explica que el maltrato infantil puede tomar muchas formas.
a. Maltrato físico: Se definen los maltratos a causa de golpes, palizas o zarandeos.
b. Maltrato psicológico o emocional: Se trata de amenazas, insultos, burlas o acoso.
c. Abuso sexual: Contacto de índole sexual o intentos del mismo, exposición a situaciones de carácter adulto como voyerismo, pornografía o acoso sexual.
d. Negligencia: No cumplir con los requerimientos básicos que necesita un niño para su desarrollo integral. Ejemplos de esto sería privarlos de alimentación, educación o atención médica, aún cuando tengan las condiciones para ello. El abandono sería la forma más extrema de negligencia.
Causas
Sobre las causas que incitan a que un padre de familia o familiar a cargo de un menor incurra en algún tipo de maltrato infantil podríamos mencionar:
•Antecedentes de ser abusado o abandonado de niño
•Enfermedad física o mental, por ejemplo, depresión o trastorno por estrés postraumático (TEPT)
•Estrés o crisis familiar, lo cual incluye violencia doméstica y otros conflictos conyugales, o una familia sin uno de los padres.
•Un hijo en la familia que tenga una discapacidad física o del desarrollo
•Dificultades económicas, desempleo o pobreza
•Aislamiento social o de la familia extendida
•Poca comprensión de habilidades de crianza o desarrollo infantil
•Alcoholismo, drogadicción o abuso de otras sustancias
Consecuencias
Los niños maltratados quizás se sientan culpables, avergonzados o confundidos. Es posible que teman contar a los demás sobre el maltrato, en especial si quien los maltrata es uno de los padres, otro familiar o un amigo de la familia. Es por ello que hay que estar atento a las señales de alarma, tales como las siguientes:
•Aislamiento de los amigos o las actividades de rutina
•Cambios en el comportamiento, como agresión, enojo, hostilidad e hiperactividad, o cambios en el rendimiento escolar
•Depresión, ansiedad o miedos inusuales, o una pérdida repentina de la confianza en sí mismo
•Aparente falta de supervisión
•Ausencias frecuentes en la escuela
•Rechazo a irse de las actividades escolares, como si no quisiera ir a casa
•Intentos de huir de casa o negarse a asistir al colegio por vergüenza.
•Comportamiento rebelde o desafiante
En el caso de maltrato físico
•Lesiones inexplicables, como moretones, fracturas o quemaduras
•Lesiones que no coinciden con la explicación dada
Señales de abuso sexual:
•Comportamiento o conocimiento sexual inapropiado para la edad del niño
•Embarazo o una infección de transmisión sexual
•Sangre en la ropa interior del niño
•Declaraciones de que sufrió abuso sexual
•Contacto sexual inapropiado con otros niños
Rumbo a la vida adulta el niño maltratado podría desarrollar algunos de los siguientes problemas:
•Desarrollo emocional tardío o inapropiado
•Pérdida de la confianza en ti mismo o de la autoestima
•Aislamiento social o pérdida del interés o el entusiasmo
•Depresión
•Búsqueda desesperada de afecto
•Bajo desempeño laboral o académico.
•Pérdida de las habilidades de desarrollo previamente adquiridas
•Discapacidades físicas
•Discapacidades de aprendizaje
•Abuso de sustancias
•Problemas de salud, como enfermedad cardíaca, trastornos inmunitarios, enfermedad pulmonar crónica y cáncer, que traerían la muerte prematura.
Disciplina
La doctora Navarro explica que aunque el castigo físico se usaba en el pasado como forma de disciplina, las asociaciones de pediatría y psiquiatría a nivel mundial ya no lo recomiendan.
Se considera actualmente que el castigo físico es una forma de violencia contra los niños. Los niños expuestos a la violencia son más propensos a desarrollar comportamientos violentos hacia otros niños o adultos y son más vulnerables a sufrir de trastornos de conducta y/o emocionales a corto y mediano plazo.
La psiquiatra señala que hay alternativas más sabias y útiles a la hora de disciplinar al niño.
Para esto, los padres deben tener un conocimiento sobre el desarrollo normal y las necesidades básicas de un niño, mantener un ambiente familiar de comunicación, empatía y respeto.
La crianza es acto complejo, que implica perseverancia y mucha paciencia y que involucra a todos los adultos con los que esté relacionado el niño en el hogar. No se puede tratar a los niños como pequeños adultos o esperar que al exponerlos a modelos de crianza inadecuados, resulten ilesos y libres de consecuencias.
Actualmente se manejan muchas técnicas de crianza saludable, es parte del rol de padres conocerlas y ponerlas en práctica.
Conclusiones
La doctora Navarro enfatiza que la comunicación es la base de una vida y una infancia sana para el niño. Con comunicación debida un niño podrá tener la confianza de hablar con sus padres sobre aquello que le preocupa.
Los padres de familia también deben estar pendientes de las personas a cargo de su hijo en la escuela y en actividades fuera del hogar, pues el maltrato físico o el abuso sexual pueden darse también en estas circunstancias.
Y por último, acudir a los profesionales de la salud mental idóneos como psicólogos o psiquiatras para la orientación debida, es otro paso importante a la hora de cultivar relaciones sanas entre padres e hijos.
Nota: Alberto Velarde
Fotos: Alberto Velarde/Google