Drogas ilícitas, otro desafío para la humanidad

“Abordar los desafíos de las drogas en las crisis humanitarias y de salud”, es el lema que este año se plantea la Organización de las Naciones Unidas (ONU) debido a que existe gran cantidad de personas aquejadas no solo por este flagelo, sino también por los conflictos bélicos, hambruna, pandemias, entre otros.

Desde 1987 la ONU, en su afán de desaparecer totalmente el consumo y narcotráfico de las sustancias ilícitas (que afectan en gran medida el desarrollo de la sociedad en su conjunto),  determinó conmemorar todos los 26 de junio, el “Día Internacional de la Lucha contra el Tráfico Ilícito y Abuso de Drogas”.

Con esto se busca concienciar a la humanidad sobre las afectaciones que involucran la distribución, uso y abuso de las drogas ilegales.

El narcotráfico y el consumo de drogas prohibidas, influye de manera alarmante dentro de todos los estratos sociales, por ser un problema de salud pública y económica para las naciones.

Antecedentes

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la droga como: “Toda sustancia terapéutica o no que, introducida en el organismo por cualquier vía de administración (inhalación, ingestión, fricción), produce una alteración, de algún modo, del natural funcionamiento del sistema nervioso central del individuo y es además susceptible de crear dependencia ya sea psicológica, física o ambas, de acuerdo con el tipo de sustancia, la frecuencia del consumo y la permanencia en el tiempo”.

El tráfico de drogas es la comercialización de sustancias prohibidas, que de acuerdo a la ONU para el año 2003, produjo a nivel mundial, un producto interno bruto de 38.95 billones de dólares, como consecuencia de las actividades de elaboración, traslado, despacho y dominio del mercado.

Como resultado del narcotráfico los países ven manipulados sus sistemas políticos y judiciales, hay lavado de dinero, los medios de comunicación se rigen por las órdenes de las organizaciones ilícitas, los individuos sucumben ante la drogadicción, el terror de la delincuencia y la criminalidad.

En Panamá, para el 2021, se le incautó al “crimen organizado y al narcotráfico”, 128,7 toneladas de droga.

Entre las sustancias más consumidas en el país está: marihuana, cocaína, pasta base, basuco o pegón, crispy, éxtasis, sustancias inhalables.

Para la Dra. Anneth Alberda, del servicio de Medicina General de la Unidad Local de Atención Primaria en Salud (Ulaps), «Sra. Lastenia Canto Solís» del distrito de Capira, explica que las drogas tienen distintos efectos en el sistema nervioso trastornando el  comportamiento, la productividad física, las sensaciones, los estados de ánimo, etc.

Tipos

En consecuencia, las drogas se ordenan de la siguiente manera:

  • Estimulantes: Excitan las funciones cerebrales a través de las percepciones  exaltación e ira, generando  crisis nerviosas, ataques de pánico, etc. (Cocaína, anfetamina, nicotina, éxtasis).
  • Depresoras: Son sustancias que inhiben las actividades del cerebro trayendo consigo un comportamiento impulsivo, laxitud. Otros. (Opiáceos: heroína, morfina, opio; cannabis, benzodiacepinas, barbitúricos).
  • Perturbadoras: Se refiere a aquellas sustancias que modifican el funcionamiento del organismo, provocando la distorsión de los sentidos y desorden de conducta.  (LSD, hongos alucinógenos, cannabis).

Manifestó la doctora que el uso de sustancias ilícitas aumenta el riesgo de contraer otras patologías, por ejemplo: hepatitis, enfermedades cardiovasculares, tuberculosis, VIH/sida.

Además, se muestran transformaciones neuroquímicas en el cerebro, dependencia a los estupefacientes perjudicando el sistema nervioso, enfermedades respiratorias y cardiovasculares provenientes del consumo excesivo, el sistema reproductor tampoco funciona adecuadamente, estados de humor cambiantes, trastornos del sueño, problemas psicológicos y la muerte.

Efectos

Por otro parte, el aspecto psicológico de un individuo también se impacta cuando hay dependencia por el consumo de drogas aduce la Dra. Alberda:

  • La persona pierde sus vínculos familiares, con las amistades, en el trabajo, etc.
  • El ejercicio de sus labores, sea trabajo o estudios tienen un pobre rendimiento.
  • No muestran interés en las tareas habituales.
  • El dependiente se convierte en un ser violento.
  • El enfermo necesita consumir la droga para llenar sus vacíos emocionales.

Concluye, exhortando a la población a acudir a las instalaciones de la Caja de Seguro Social (CSS) donde el servicio de Salud Mental cuenta con excelentes profesionales capaces de ayudarlo si sufre usted o conoce a alguna persona con problemas de adicción.

 Nota: Edda Nereira

Foto: Pixabae