Reanimación cardiopulmonar: técnica para salvar vidas
Una de las técnicas utilizadas para salvar vidas y que es útil en varias situaciones de emergencia, como un ataque cardiaco o un ahogamiento, es la reanimación cardiopulmonar (RCP). Dicho proceso consiste en aplicar presión rítmica sobre el pecho de una persona que haya sufrido un paro cardiorrespiratorio, para que el oxígeno pueda seguir llegando a los órganos vitales.
«Una reanimación cardiopulmonar es el proceso en donde una persona o un rescatador reemplaza las funciones básicas del corazón y del pulmón; donde el primer respondedor inicia las compresiones logrando reiniciar, de una forma artificial, el impulso de la sangre alrededor del cuerpo y brinda respiración de salvamento que le permite al cuerpo hacer ese intercambio gaseoso de liberar CO2 y captar moléculas de oxígeno», explicó Jairo Steel, técnico en urgencias médicas de la CSS.
Mencionó que comprimir rápido y fuerte, como lo establecen las normas internacionales, aumenta las probabilidades de supervivencia de una persona, por lo que agregó que, para realizar la reanimación cardiopulmonar, se requiere seguir los siguientes pasos:
- Comprimir hacia abajo el tórax de la persona hasta hundirlo de 5 a 6 centímetros.
- Mantener siempre los brazos extendidos.
- Se debe apoyar el talón de una mano en el centro inferior del esternón y luego se coloca el talón de la otra mano sobre la primera y entrelazar sus dedos.
Por último, detalló que un ciclo de comprensión está conformado de 30 compresiones y 2 ventilaciones, dos minutos, lo calcula un reanimador, cuando hace cinco ciclos de treinta compresiones, dos ventilaciones y de ahí vuelve nuevamente a revisar si hay retorno circulatorio espontaneo. «De esta forma uno puede estar siempre midiendo que la reanimación se está realizando de forma efectiva y eficaz», dijo el técnico de urgencias médicas.
Nota de prensa y fotos: Pablo Solís