Investigación ayuda a ver el comportamiento alimenticio de los panameños en cuarentena
En lo más duro de la pandemia, cuando todos estaban a la expectativa de cuáles iban a ser las consecuencias del virus y el encierro tan estricto, los investigadores nacionales se reunieron a deliberar sobre la mejor forma de documentar los resultados que esta provocaría, por lo que hicieron la investigación “Asimetrías en el acceso a la alimentación en Panamá durante la primera ola pandémica”, comentó la doctora Idalina Cubilla, investigadora del Hospital “Dr. Rafael Estévez”, de la Caja de Seguro Social (CSS) en Aguadulce, y participante del estudio.
Con la participación de nutricionistas, investigadores de INDICASAT y del Departamento de Salud Nutricional del Ministerio de Salud (CIEPS), propusieron hacer un estudio mediante el cual se indagara en la población que estaba encerrada y podía contestar la encuesta sobre datos de hábitos de salud, alimentación, consumo de alimentos y otros antecedentes, que ayudarían a caracterizar a la población entrevistada; por lo que se desarrollaron 2564 entrevistas online las cuales, en su mayoría, fueron de la ciudad de Panamá y 64 de persona a persona en áreas lejanas del Darién, de poco acceso, y San Miguelito.
«Somos lo que comemos, si no vigilamos lo que la población come en situaciones tan crítica como las cuarentenas, entonces las consecuencias que pueden haber en la salud del paciente van a ser las que estamos viendo en enfermedades que se agravaron durante la pandemia, porque el sistema de salud estaba enfocado en atender la urgencia que era la COVID», mencionó la investigadora.
Considera la doctora Cubilla que a la población hay que educarla mientras no se encuentra en situaciones críticas, para cuando esté ante ellas sepa cómo mantenerse sana, y el sistema de salud pueda enfocarse en los que sí necesitan, urgentemente, atención; que serían las infecciones o el evento que en ese momento se presente.
La importancia del estudio radicaba en poder documentar lo que pasaba en términos de salud y nutrición, durante el encierro de cuarentena en la pandemia, donde participaron seis investigadores y siete nutricionistas que ayudaron a recoger las encuestas en los lugares alejados del país sin acceso a internet.
La investigación arrojó como resultado que un 70% reportó que antes de pandemia comía de 3 a 4 comidas por día, pero durante la pandemia solo un 52% dijo que no cambió, un 33% dijo disminuir la cantidad de comida al día y solo un 14% reportó haber incrementado el número de comidas diarias.
En la calidad de la dieta, un 30% dijo que era peor que antes; por lo que, si ya estaban mal, ahora estaban peor -expresó la doctora Cubilla- y el 26% la mejoró.
Otro de los resultados fue el tipo de alimentos, como las frutas, entre el grupo que comió peor, un 43% disminuyo el consumo de estas, siendo en las frutas donde está la mayor cantidad de micronutrientes según los expertos que estudian la inmunidad del cuerpo, las vitaminas y minerales son las que necesita para luchar contra los virus añadió.
El grupo de personas que comía peor incrementó un 35% su consumo de comida chatarra o azúcares.
El consumo de lácteos disminuyó un 17.6% y se dio un aumento en productos que son derivados del pollo, por lo que se especula fue por su bajo costo.
Se llegó a la conclusión de que, de hacerse una cuarentena estricta, hay que hacer provisión para garantizar la seguridad alimentaria para que lleguen todos los productos a la población, hacer huertos caseros/urbanos y proveer educación intensa clara y entendible sobre lo que deben comer y hacer durante periodos complicados como ese.
Este estudio se dio por tres meses. Se recogieron muestras en el campo y la web, las cuales, posteriormente, pasaron al análisis y depuración, enviando el reporte final al Ministerio de Salud y demás entidades participantes.
Una vez culminado se dio el proceso de publicación, uno en la Revista Médica de la CSS y el otro en la revista médica Health Science Reports.
Reportaje y fotos: Emileth Bósquez Cruz