Cuadros respiratorios, consejos al padre de familia

Los cuadros de vías respiratorias son la causa más frecuente de atención pediátrica y en la mayoría de los casos, se van a limitar de tres (3) a siete (7),  días, explicó María De Los Ángeles Rodríguez, infectóloga pediatra en el Hospital de Especialidades Pediátricas “Omar Torrijos Herrera” (HEPOTH).

Aunque hay que estar vigilantes, muchos de estos casos pueden ser manejados en casa, la especialista indicó que síntomas como estornudos, congestión nasal, tos esporádica, dolor de garganta, fiebre baja moderada, se pueden manejar con medicamentos como acetaminofén, ibupofreno (solo en casos de fiebre alta y dolor en pacientes mayores de seis meses), antihistamínicos apropiados para la edad pediátrica, lavados nasales con solución salina al 0.9%.

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Es importante la hidratación constante y en ocasiones, suero oral, en compañía de alimentos frescos y saludables, además del reposo e insistir con el constante lavados de manos…

MARÍA DE LOS ÁNGELES RODRÍGUEZ, INFECTÓLOGA PEDIATRA

Recomendó preguntar a su pediatra en las visitas de rutina, que medicamentos puede adquirir en casos de resfriados no complicados y así tenerlos, debidamente en casa.

Cuándo acudir al médico  

Se debe acudir a un centro de salud o policlínica, cuando el paciente menor de tres meses tiene moco abundante que le dificulta comer, tenga o no fiebre.

Igualmente, tomar en consideración a niños de cualquier edad que no mejoren en un período de tres (3) a cinco (5) días después de iniciado el cuadro respiratorio, empeoramiento de síntomas tales como fiebre o reinicio de la misma, pobre tolerancia a la vía oral, dolor moderado en cualquier parte del cuerpo, salida de líquidos por el oído y tos persistente que le impide sus actividades diarias.

Rodríguez recomendó que todos los niños menores de tres meses, deben ser tratados por un médico en estos casos.

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También se debe acudir a urgencias cuando el paciente pediátrico, independientemente de su edad, presente fiebres altas (40 C) de manera persistente y de difícil control, se encuentren muy irritables o decaídos (somnolientos), sin tolerancia a la vía oral, piel muy pálida, coloración amarillenta, grisácea o violácea, deshidratación (no orina o lo hace poco) y señales de dificultad respiratoria como respiración agitada, aleteo nasal, balanceo vertical de la cabeza vertical, gruñidos rítmicos al respirar, respiración con el estómago o sibilancias (sonido chillón o silbante al respirar).

Es importante recordar que pacientes con cualquier enfermedad que les debilite su sistema inmunitario como neoplasias, enfermedades reumatológicas o endocrinológicas, insuficiencia renal, cardiopatías, enfermedades pulmonares como asma bronquial, fibrosis quística, niños prematuros o de bajo peso, al igual que pacientes con obesidad deben recibir orientación por sus médicos de cabecera sobre los signos o síntomas que deben vigilar y de acuerdo a la gravedad, acudir a revisión en una policlínica o acudir al Cuarto de Urgencias.

Nota / Fotos: Alberto Velarde