Microbiota Intestinal durante el embarazo, lactancia y el desarrollo del niño
La microbiota es la comunidad de microorganismos vivos residentes de manera normal en distintos sitios de los seres vivos, realizando funciones vitales en la prevención de enfermedades. En el ser humano está constituida por bacterias, virus y hongos que en condiciones normales ayudan a mantener un ambiente saludable y equilibrado a nivel corporal y contribuyen a la prevención de infecciones y a la salud en general.
La Lcda. Aurora Medina de Carles, nutricionista jefe del Departamento de Nutrición y Dietética del Hospital “Dra. Susana Jones Cano” indicó que los microbios impactan cada sistema en el organismo, y la microbiota intestinal juega un papel fundamental para mantener la salud de los individuos, participando en diversos procesos que incluyen la protección contra organismos patógenos, estimulación del sistema inmune y la producción de vitaminas, entre otros.
Explicó que durante el embarazo en la mujer se producen cambios significativos en el microbioma intestinal, y a medida que avanza la gestación, este se enriquece de bacterias que promueven el aumento de peso, la producción de energía y otros procesos que son fundamentales para el crecimiento fetal y la lactancia.
Carles destalló que la composición bacteriana intestinal tiene un efecto positivo en la gestación contribuyendo a un embarazo saludable y a un adecuado desarrollo del feto dentro de los valores normales, mientras que un estado alterado en la microbiota de la madre puede generar enfermedades gestacionales con consecuencias y complicaciones en el embarazo.
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Una vez el niño nace, su salud se ve impactada por factores como la microbiota de la madre, la vía del parto, ya sea vaginal o por cesárea, la exposición a antibióticos, la lactancia materna o por fórmula, la contaminación ambiental, y estas diferencias pueden contribuir a la susceptibilidad a enfermedades asociadas, indicó la nutircionista.
Se ha observado que los niños que nacen por cesárea presentan menor cantidad y diversidad de bacterias, comparados con los que nacen vía vaginal. Adicionalmente la exposición temprana a antibióticos, la alimentación con el uso de fórmulas e inadecuadas condiciones de higiene pueden alterar la cantidad de bacterias adquiridas al momento del nacimiento, alterando la salud.
La alimentación juega un papel importante, inclusive en la vida adulta, que involucra la asociación de efectos benéficos a la salud con el consumo de dietas ricas en vegetales, fibra, granos integrales, baja en grasas, para el mantenimiento de una microbiota intestinal normal.
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Se refirió que actualmente existe evidencia que la microbiota intestinal alterada participa en desarrollo de diversas patologías, por lo que a nivel de salud pública, se mencionan medidas como el fortalecimiento de la promoción de la lactancia materna, evitar el uso indiscriminado de antibióticos y partos por cesáreas no indicados, que deben ser considerados como estrategias preventivas para favorecer una adecuada salud intestinal de la población.
A nivel individual, el consumo de una alimentación sana y equilibrada, la práctica de ejercicio regular, manejo del estrés, adecuada higiene del sueño y evitar la automedicación, son factores que pueden favorecer una microbiota saludable en el ser humano.
Nota: Gabriel Lasso
Foto: Archivo CSS