Trabajo Social: una ilustre y significativa profesión
El trabajador social de Salud Ocupacional, de la Dirección Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional (SySO) de la de la Caja de Seguro Social (CSS), realiza un trabajo fundamental en tres niveles de intervención: primario, secundario y terciario.
La magíster Bernarda Anayancy Candanedo, coordinadora nacional de los Trabajadores Sociales Ocupacionales, felicitó a sus colegas a nivel nacional, al conmemorarse “El Día del Trabajo Social” en Panamá.
Candanedo explicó el desempeño en los tres niveles; intervención, nivel primario: dirigidos a la promoción y prevención, se realizan acciones de inspección y evaluación en los centros de trabajo, para la identificación y control de los factores de riesgo de naturaleza psicosocial y sociolaboral, presentes en la organización y contenido de la tarea.
Nivel secundario: atención directa a pacientes de riesgos profesionales, con problemáticas de morbilidad laboral y accidentes de trabajo, con la finalidad de reinsertarlos y reubicarlos en el entorno laboral.
Nivel terciario: evaluación de pacientes referidos por los médicos de salud ocupacional, que presentan limitaciones físico-funcionales o alteraciones en la esfera emocional y social; a consecuencias de accidentes, enfermedades profesionales o enfermedades de tipo común agravadas por el trabajo, que dificultan la realización de sus labores habituales.
El trabajador social interviene en la parte sensitiva y humana del trabajador afectado, brinda asesorías, acompañamiento y soporte en momentos de situaciones adversas que afecta el buen rendimiento laboral, trata de buscar el máximo bienestar del trabajador panameño.
“Es un trabajo arduo y altamente reconfortante a favor de la clase trabajadora de nuestro país”, expresó la magíster, ya que el trabajador social logra mejorar y transformar los entornos laborales y la vida misma de los trabajadores en las diversas dimensiones, tales como el bienestar social, ocupacional, emocional, salud física, salud financiera, bienestar intelectual, espiritual y en la salud ambiental.
Se necesita tener un equilibrio en las ocho dimensiones para lograr salud, rendimiento y satisfacción laboral.
Nota / Luis Coloma
Foto: Cortesía