Dos señales de vida o muerte si usted padece COVID-19

Actualmente, de un 80 a un 85% de las personas que se contagian por el coronavirus van a padecer síntomas leves, parecidos a los de un resfriado. Estos son los pacientes que se pueden quedar en casa o son enviados a un hotel.

Los que se quedan en su  residencia cuentan con el espacio para pasar la cuarentena sin contagiar al resto de la familia, y los que viven sin un espacio en el hogar, son enviados a un hotel hospital. Sin embargo, no por estar fuera de un centro médico la persona puede relajarse y descuidar los síntomas que está padeciendo.

El Dr. Alex González, director ejecutivo nacional de los Servicios y Prestaciones en Salud (DENSYPS), de la Caja de Seguro Social (CSS), advierte que la persona contagiada debe prestar mucha atención, en particular a dos señales concretas de sus síntomas: su capacidad para respirar y la saturación de oxígeno en la sangre.

Si bien la mayoría de las veces  son  signos fáciles de detectar por el paciente, no siempre es así, ya que hay casos en  que  la disnea (dificultad para respirar) no es percibida por el paciente, dando lugar a una falta de aire silenciosa o la llamada disnea feliz y si no se mide el nivel del oxigeno en sangre puede terminar en fatalidad.

El paciente en hotel o en casa debe medir los niveles de saturación de oxígeno en sangre constantemente. Si el paciente en el oxímetro marca por arriba de 94 por ciento, quiere decir que esta saturando bien y puede seguir en casa, aunque presente fiebre, dolor de cuerpo, o cualquier otro síntoma, ya que estos se pueden controlar con medicación regular.

“Cuando baja de 94% se convierte en un signo de alarma, si la saturación no mejora, es decir, no sube hasta 94 o 95% la persona debe ser trasladada a un hospital”, advierte el Dr. Alex González. La saturación debe medirse periódicamente cada hora, porque el organismo desarrolla anticuerpos y con los días va respondiendo mejor, aunque existen casos en donde la saturación baja y si no se mide a tiempo la persona puede fallecer.

Toribio Díaz, de 43 años, es periodista, cuenta que pasó los 20 días más horribles de su vida cuando fue contagiado por la COVID-19 y a pesar de que inició la enfermedad con síntomas leves por una semana desde su casa, jamás pensó que estaría a los pocos días en una cama de hospital luchando por su vida.

“Al octavo y noveno día comencé a saturar bajo el promedio de oxígeno, pero yo no lo sabía”, relata Toribio, cuenta que sintió una fuerte debilidad y su esposa al atenderlo se percató que tenía los labios morados y las yemas de sus dedos también estaban oscuras.

Alertaron a los médicos y una ambulancia llegó a su casa para llevarlo al hospital, antes de ingresar, los paramédicos midieron la saturación de oxígeno y descubrieron sorprendidos que Toribio estaba saturando 68 y 70 por ciento de oxígeno.

Al llegar al Complejo Hospitalario «Dr. Arnulfo Arias Madrid», de la CSS,  los médicos volvieron a evaluar a Díaz,  continuaba marcando 68 y 70 por ciento, los profesionales de la salud le dijeron que no se explicaban cómo aún estaba consciente y que si no lo entubaban corría grave riesgo de fallecer en solo 30 minutos; el paciente aceptó el procedimiento y lo sedaron completamente.

Semanas después despertó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), sin aparatos en su cuerpo, pasó por una neumonía silenciosa, sus pulmones quedaron afectados por el virus y estaba recuperándose satisfactoriamente poco a poco. La debilidad continuaba pero saturando buen oxígeno. Luego de su experiencia está seguro de que lo suyo fue intervención divina, se le obsequió otra oportunidad para vivir.

Díaz, después de haber estado al borde la muerte, caminó por la ciudad después de casi un mes de la enfermedad, hace un llamado de conciencia a la población pues notó, en su primera salida, mucha gente en las calles, algunos sin mascarillas, tranques vehiculares, videos en las redes sociales de fiestas y se preguntó ¿Dónde está la responsabilidad que hay que tomar?

Por favor hay que mantener las medidas de seguridad: lavado de manos, mascarillas y distanciamiento social, sino las cifras seguirán aumentando y esta es una tarea de todos, de lo contrario esto se pondrá peor advirtió, Toribio Díaz.

Nota: Eduardo Bonaga