Problemas del neurodesarrollo infantil durante la pandemia

Debido al encierro por la pandemia los niños muy pequeños han perdido muchas actividades que ayudan a la estimulación temprana, por tanto su desarrollo se ha visto perjudicado.

Así lo explica la doctora Saskia Bermúdez, neuróloga pediatra del Hospital de Especialidades Pediátricas “Omar Torrijos Herrera” (HEPOTH).

En los últimos meses al retomar la consulta externa se ha notado mucho retraso en el neurodesarrollo de niños nacidos en el periodo de encierro por pandemia o aquellos nacidos antes,  pero que pasaron sus primeros mil días sin las estimulaciones normales de la vida diaria.

Al no tener las actividades habituales de la vida cotidiana, no solamente los padres de familia sufrieron esta afectación, sino también los niños, sobre todo aquellos en etapa pre-escolar.

La especialista explica que en muchos aspectos se podría definir como “catástrofe generacional”, porque estos niños tuvieron un encerramiento tan constante ya que les afectó el estímulo de los primeros mil días de nacido, el cual es vital en el desarrollo neurológico del paciente pediátrico.

La carencia de estímulos, la sobre-estimulación negativa por el excesivo tiempo viendo televisión, computadoras o videojuegos, la falta de aprendizaje en los centro pre-escolares, el poco contacto con niños de su propia edad y cambios en el hábito normal del horario del sueño, son algunos de los factores que pueden repercutir en problemas en el desarrollo normal de la vida en niños de muy temprana edad.

Hay que recordar que los padres de familia pueden ayudar a los niños hasta cierto grado pero al carecer de otras formas de estimulación, empiezan a darse falencias en ciertos estímulos y hasta en habilidades motoras en niños que no han tenido oportunidad de asistir a centros pre-escolares o llevar una vida dentro de los estándares normales necesarios.

La especialista añade que la pandemia nos tomó desprevenidos y muchos padres de familia no comprendieron que debían reforzar ciertas conductas en niños muy pequeños, lo cual trajo consigo problemas que se están notando actualmente.

Muchos niños diagnosticados en el espectro autista también se vieron afectados, pues no pudieron seguir con el plan trazado para ellos, pero enfatiza la doctora Bermúdez, que todo niño pequeño podría estar dentro del rango de afectación.

El estrés ocasionado en adultos, se prolongó también en los niños, que no pueden estar encerrados todo el tiempo.

El duelo por la pérdida de familiares cercanos, en ocasiones más de uno, también es factor que afecta al desarrollo neurológico del paciente pediátrico.

Signos de alarma

La doctora señala que lo más importante es retomar las citas de control con el pediatra.

Solamente un diagnóstico con un profesional idóneo, es la manera correcta de verificar si el niño necesita ayuda.

La especialista, sin embargo, da algunas señales importantes:

  • A los 2 años de nacido, el niño debe decir al menos 50 palabras con sentido de manera dirigida.
  • Debe responder a su nombre y mantener un contacto visual.
  • Hay que vigilar que tenga juego con sus pares, o sea niños de su misma edad.
  • Pendientes a niños que les guste alinear cosas, empezando con movimientos repetitivos o balanceos, estos gestos llaman la atención y podrían tratarse de problemas dentro del espectro autista.
  • De igual manera es importante la respuesta social, lo cual no es solamente como el niño juega con otros, sino también verificar su conducta social. Si hay conductas de agresión hacia él mismo o hacia los demás, conductas erráticas diversas (subirse a las mesas, tirar comida al piso, berrinches sin razón etc.) son señales de alarma.
  • Problemas para conciliar el sueño. El niño debe dormir de 8 a 9 horas para tener un día productivo. La falta o exceso del mismo, es una señal a observar.

Por último, la especialista recomienda que también hay que verificar la conducta motora, si el niño camina bien o come bien, hace sus necesidades de forma adecuada para su edad, usa posturas adecuadas para sentarse, todo este tipo de cosas necesitan ser observadas.

La doctora también hace énfasis que este problema también se traslada a niños en etapa escolar pues es común que en escuelas donde se han retomado las clases, los maestros empiezan a ver dificultad de ciertos niños a la hora de escribir, actividades manuales o físicas, esto debido a problemas en la parte motora.

Conclusiones

Es importante acompañar al niño en esta etapa pues muchos no tienen tolerancia a la frustración de no poder hacer las actividades correctamente.

Buscando la integración del paciente pediátrico en todas sus actividades de la vida diaria, podemos detectar si hay problemas en el neurodesarrollo y así poder afrontarlos de la forma adecuada.

Tanto la parte emocional, como la cognitiva y la motora son esenciales para un buen desempeño.

Acudir al pediatra de cabecera, determinará si es realmente un problema de falta o exceso de estimulación.

En el caso de que sea así, el pediatra sabrá a donde remitirlo y en muchos casos se necesita de un equipo multi-disciplinario para atenderlo.

Lo importante es que el padre de familia no tenga problemas en preguntar a su médico sobre este tema, si ve alguna anomalía en el niño.

Nota / Fotos: Alberto Velarde