Estimulación temprana: necesaria para marcar una vida saludable
Avances satisfactorios muestra el pequeño Damián Domínguez; hoy con dos años de edad, es uno de esos infantes beneficiados con el Programa de Estimulación Temprana y Orientación Familiar de la Policlínica “Don Alejandro de la Guardia, Hijo”, de Betania.
Su madre, Betzi Pimentel, recuerda que su hijo asiste a este programa desde los seis meses de nacido.
En la actualidad, todos los niños deben asistir al Programa de Estimulación Temprana y Orientación Familiar de la policlínica, para potenciar sus habilidades tempranas en las cinco áreas del neurodesarrollo, y así poder detectar a tiempo alteraciones en los hitos de desarrollo del infante, indicó la licenciada Yoziela Herrera, profesional del departamento.
Cuando un infante nace con o sin factores de riesgo (pre- peri-post natal) siempre se debe derivar al Programa de Alto Riesgo Neonatal, para que sea evaluado por un equipo interdisciplinario (pediatra en neurodesarrollo y una especialista en intervención temprana).
La licenciada Herrera explicó que “hay varios factores ambientales que influyen en los procesos madurativos del niño, por ejemplo, que el niño permanezca todo el día en brazos, camas, hamacas o coches; esto afecta mucho el avance psicomotor, causando retrasos en su desarrollo.
El otro factor determinante en el retraso en el área cognitiva de los niños, es el uso adictivo de los aparatos digitales, como celulares, tabletas y televisión, causando graves consecuencias en las ares del desarrollo, muchas veces confundiéndolo con el diagnóstico del espectro autista.
Al ingresar al programa de Alto Riesgo, los padres de familia son orientados por las profesionales de la salud. Se les explica la esencia del programa y los beneficios e importancia de la asistencia que deben tener con las citas programadas, dependiendo de la necesidad de atención que requiera el niño, y así darle un seguimiento en su desarrollo hasta los 6 años, para un óptimo aprendizaje futuro.
Manifestó la licenciada Herrera que se trabaja en equipo, conformado por pediatras especialista, quienes son los encargados de evaluar y referir a aquellos niños que requieran de una atención pronta con otros especialistas de, por ejemplo, fisioterapia, psicología, fonoaudiología, neurología, etc.
«Todo niño tiene derecho a recibir una atención temprana (de 0 a 6 años de edad), para detectar a tiempo posibles retrasos que afecten su neurodesarrollo, y gracias a Dios en la actualidad, a nivel nacional, contamos con programas de Alto Riesgo para la población infantil que lo requiera, y así lograr minimizar futuros problemas de aprendizaje», concluyó, Herrera.
Nota / Fotos: Giovanna Rodríguez Cáceres