Aprendizajes y retos provocó la COVID-19 en dos años de pandemia

A pesar de que el temor de contagiarse por el coronavirus SARS-CoV-2 se apoderó no solo de la comunidad sino, también, de los funcionarios de salud; sobre todo al momento de la atención. Dos años después hay aprendizajes y experiencias de los casos por COVID-19 en el Hospital “Dr. Rafael Hernández L.”, de la Caja de Seguro Social (CSS).

En Chiriquí, este hospital sigue jugando un papel importantísimo en la atención a pacientes en condiciones de moderada a grave, por sus características de segundo nivel de atención y octavo nivel de complejidad. La nueva edificación que la CSS construyó en el Hospital “Dr. Rafael Hernández L.” fue el lugar ideal para hospitalizar a los cerca de 5000 pacientes que llegaron por las complicaciones que provocó este virus, desde moderados graves hasta los que siguen en la unidad de cuidados respiratorios especiales y la unidad de cuidados intensivos.

Las cifras estadísticas de los pacientes hospitalizados por COVID-19 indican que, en los momentos de mayor crisis de la pandemia, las hospitalizaciones mensuales alcanzaron hasta los 410 pacientes.

En un estudio que realizaron los médicos Rolando Caballero y Alfredo Lammie, con la colaboración de los doctores Evelyn Chávez, Juan Carlos Ríos y la licenciada Pastora Quintero  sobre el comportamiento del SARS-CoV-2 durante la pandemia, entre marzo de 2020 y junio de 2021, se indica que en ese periodo se atendieron en urgencias del Hospital “Dr. Rafael Hernández L.” 39 943 pacientes;  de los cuáles, 4977 fueron referidos a COVID-19; de ellos, 72 % quedaron hospitalizados, con promedio mensual de 295 casos en los primeros seis meses del 2020, y 295 casos promedio mensual en el 2021.

Sin embargo, ante esta realidad, el personal de salud también sufrió las consecuencias de este virus; en el 2020 resultaron infectados 249 funcionarios de salud, 177 en los primeros seis meses del 2021, según indica este informe.

Durante estos dos años, este hospital funcionó en la atención médica como si fueran dos hospitales, uno para pacientes de enfermedades crónicas y el otro para la atención de los casos por COVID-19; el personal de salud se vio en la necesidad de prestar los servicios en ambos lugares, donde se involucraron gran parte de las especialidades médicas, el personal de enfermería, camareros para la alimentación y personal de aseo, todos con el temor de contagiarse.

Los momentos de tensión, preocupación y estrés al estar dentro de la Torre COVID, es una de las más duras experiencias que han vivido los profesionales de salud en este hospital, cada uno tiene  una historia que contar de la vivencia dentro de la sala de COVID. Sin embargo, la llegada de la vacuna ha coadyuvado a una gran disminución de los casos hospitalizados, que cayeron a 13 pacientes hasta hoy, 3 de marzo de 2022.

«Al principio de la pandemia tuvimos problemas, como todo el mundo, por el poco conocimiento que se tenía sobre este virus. Afortunadamente, hoy podemos respirar un poco más tranquilos aquí en el hospital, por la experiencia adquirida en estos dos años», comentó el Dr. Rolando caballero, director médico del Hospital “Dr. Rafael Hernández L.”.

«La mayor riqueza es el personal, Enfermería merece un tremendo aplauso porque ha sido nuestra punta de ataque al paciente hospitalizado. Para el personal médico fue difícil al principio, las exigencias eran grandes, pero gracias a Dios ya contamos con todos los insumos necesarios para mantenernos alerta, en caso de que los niveles de contagio aumenten», dijo.

El Dr. Alfredo Lammie, jefe de la unidad local hospitalaria de epidemiología del Hospital “Dr. Rafael Hernández L.” y planificador de salud en apoyo a la Dirección Médica, mencionó que al inicio de la pandemia se contaba con una torre que estaba sin uso y esa fue la oportunidad de separar los pacientes COVID de los no COVID. Se ha tenido un aprendizaje desde el primer día con esta pandemia.

«El manejo de pacientes de COVID en este hospital ha sido un manejo de primera línea por nuestros profesionales, tanto enfermería como médicos,  y todos los servicios de apoyo, inclusive el personal de Doméstico, tan importante para mantener el aseo y evitar la contaminación cruzada entre pacientes del hospital», agregó.

Lograron controlar la cuarta ola y sigue la meseta, debido a que en el momento de mayor demanda, hasta 200 pacientes estuvieron hospitalizados en la torre COVID, pero es importante que la comunidad complete su esquema de vacunación contra esta enfermedad. Y aquellos que todavía no se han vacunado deben hacerlo, por su salud, debido a que la población promedio de pacientes que ingresaban en el área COVID rondaba los 53 años de edad.

Al igual que la mayoría de los hospitales del país, la mortalidad era mayor en pacientes gerontes y pacientes con morbilidades, pero al llegar la vacunación masiva disminuyeron los casos.

Cabe destacar que la disponibilidad hospitalaria nunca se ha perdido porque se instaló un hospital campaña como medida de preparación por si se llegaba a rebasar la capacidad hospitalaria.

Reportaje: Marcelino Rosario / Yadibeth Alvarado

Fotos: Marcelino Rosario