Vacunación para todos en la Policlínica “Presidente Remón”

Las aceras colindantes a la Policlínica “Presidente Remón” (PPR), en Santa Ana, están llenas de efervescencia debido a la vida comercial existente gracias a la cercanía de los bancos, panaderías, la presencia de puestos de frutas y legumbres,  y de los portadores de la buena suerte: los billeteros.

En este espacio público,  un grupo de profesionales de la enfermería administran dosis contra la COVID-19 y la influenza,  a personas que visitan la policlínica, residentes de los barrios cercanos y peatones que van y  vienen en sus actividades diarias y toman como atajo la santanera calle 17. 

Uno de esos beneficiados es el señor Edgard Mosquera, quien en un balde reluciente ofrece a la venta tortilla changa, bollos, aguacates, pixbaes y pastelitos de maíz nuevo, también conocidos como torrejitas o buñuelos, dependiendo de la región del país.

Mosquera llega desde antes de las siete de la mañana  a vender estos productos,  y aprovechó la oportunidad para colocarse las vacunas contra ambas enfermedades, una por ser un mal estacional y la otra por ser una pandemia que ha llenado de luto a muchas familias.

«Yo soy un hombre totalmente inmunizado, usted puede venir con confianza a comprar», dijo este caballero de 43 años, muy contento por la decisión que tomó.

El licenciado en Enfermería Luis Reyes, quien es uno de los ángeles blancos que están vacunando,  resaltó que, ahora que están administrando las dosis en la acera, han tenido mayor participación de las personas.

Aduce que entre las razones está el hecho de que se está apersonando tanto asegurados como no asegurados, por ser un sitio con mayor tránsito.

El profesional de la enfermería invitó a todas personas sin distingo de edad a administrarse estas dosis que salvan vidas.

Reportaje y fotos: Diamar Díaz Nieto