Yamileth Hernández: una mujer de metas

La vida es una escalada que en cada una de sus fases nos presenta retos. Esos desafíos, una vez superados, traen explosiones de alegría, sobre todo si representan un ejemplo de lucha y sacrificio.

Yamileth del Carmen Hernández, es una joven dama de 46 años, quien va en búsqueda de sus sueños, los cuales espera sirvan de inspiración para sus hijas y nietos, de no conformarse con las reglas que el destino les ha impuesto y se superen a sí mismas, a través del estudio.

La familia de Yamileth proviene de un sector que es considerado un tesoro escondido, como lo es la comunidad de El Pixvae, en Veraguas. Su madre, bajo el calor de la plancha y criándola sola, la educó hasta donde le permitieron sus fuerzas, llegando hasta primer ciclo, lo que hoy académicamente representa el noveno grado.

Actualmente, se desempeña en el Departamento de Aseo de la Policlínica “Presidente Remón”; y en esta instalación perteneciente a la Caja de Seguro Social conoció sobre una gran oportunidad para los funcionarios que no hubiesen culminado sus estudios secundarios, para finalizar la etapa escolar, a través del programa Tecno-Edúcame.

Consultó a sus hijas sobre qué les parecía la idea de inscribirse; ellas se sintieron contentas de tener una madre entusiasta por capacitarse más en la vida.

El tiempo pasó rápidamente producto del entusiasmo, y en 2019 culminó la escuela, graduándose de Bachiller Integral, y ocupó el tercer puesto de honor, sin saber que, a pocos meses de ese triunfo, entraría una pandemia, que iba a cambiar el orden de las cosas.

«No hubo ceremonia, como queríamos todos, recibimos el diploma por ventanilla, pero para nosotros lo importante fue el habernos graduado», expresó Yamileth.

Con este logro obtenido, nació en esta servidora pública el deseo de alcanzar otras metas, como la de tener un título que le abriera las puertas para un futuro profesional, razón por la cual cursa en estos momentos el segundo cuatrimestre para graduarse como Técnica en Asistencia Odontológica en la Universidad Interamericana de Panamá.

Una de las anécdotas recientes y que guarda en su corazón, fue ese primer día de clases universitarias.  Los rostros a su alrededor eran jóvenes, con edades menores a los 24 años.

Llegó el momento protocolar en el que todos dicen su nombre, a qué se dedican y sus motivaciones. Ella se dio cuenta de que, cuando empezó a hablar, todos la miraban fijamente, lo que la hizo sentir algo incomoda.

Al decir las últimas palabras, sus compañeros de aula se pusieron de pie y la aplaudieron, gesto que hizo que sus ojos se nublaran por las lágrimas, ya que no esperó nunca esa reacción con la que le demostraron su admiración.

Yamileth insta a todas las personas que, por diversas razones, no han podido terminar sus estudios y desean hacerlo, que no teman, no se rindan, que la educación libera, te reta y te abre puertas.

«Yo tengo 46 años, en la vida no nos podemos quedar estancados en un solo lugar, siempre debemos mirar hacia adelante y alcanzar metas. Van a haber momentos difíciles, con muchos obstáculos, pero los exhorto a seguir, porque nunca es tarde cuando la dicha es buena, sigan los estudios los que no hayan terminado y no miren la edad», concluyó.

Reportaje y foto: Diamar Díaz Nieto