Alimentos sí pueden influir en el sabor de la leche materna

Un momento íntimo y único: En la lactancia materna la madre sueña, entre succión y succión, con un mundo mejor para el fruto de sus entrañas. Esos anhelos vienen acompañados de dudas; entre ellas, si lo que consume afecta la calidad nutricional y el sabor de la leche que produce.

La licenciada en nutrición Isis Lombardo detalló que la alimentación durante esta etapa debe cubrir las necesidades nutricionales tanto de la madre como la del bebé, sobre todo, cuando se realiza lactancia exclusiva, durante los primeros seis meses de vida; por tal razón, no solo se debe cuidar la cantidad de los alimentos a consumir, sino también la calidad y las preparaciones de los mismos.

Lombardo, quien es coordinadora del Departamento de Nutrición de la Policlínica “Presidente Remón”, de la Caja de Seguro Social, detalló que dicha alimentación debe incluir alimentos que aporten carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales; nutrientes que se obtienen de la ingesta de frutas, vegetales, lácteos, granos, cereales integrales, semillas, raíces, tubérculos y huevos; así como del consumo del pollo, res, pescado y cerdo, entre otras carnes.

Reconoció que productos como el ajo, cebolla, puerro, apio, espárragos, coliflor, col de Bruselas, ají pimentón, los picantes, el curry y las comidas muy condimentadas pueden influir en su sabor; no obstante, la intensidad en el gusto va a depender de la cantidad de lo consumido.

La profesional de la salud puntualizó que el cambio del sabor en la leche no debe ser motivo para dejar de degustar esas comidas, ya que la constante variación, facilita su aceptación, puesto que el infante se familiariza con ellos cuando inicia la alimentación complementaria, a partir de los seis meses de edad. Tan solo se recomienda dejar su ingesta, en caso de presentarse en los bebés vómitos, diarrea, cólicos, erupción en la piel o rechazo a la leche.

Un dato importante, precisó la nutricionista, es que, durante el periodo de lactancia, no se debe realizar ningún tipo de dieta, a menos que exista una condición en la que la madre requiera una alimentación especial, la cual debe ser bajo la supervisión del médico y el nutricionista.

Para tener una buena nutrición, la licenciada Lombardo recomienda aumentar la ingesta de líquidos, sobre todo agua, de dos a tres litros diarios; incluir diariamente frutas, ya sea en trozos, licuada con agua, hielo, en batidos con leche, yogurt natural o bebida vegetal; evitando añadir azúcar o endulzantes; incluir diariamente vegetales, ya sean crudos en ensaladas, salteados, al vapor o al horno; utilizar condimentos naturales para sazonar; incluir grasas saludables mediante el consumo de aguacate, semillas de linaza molida, semillas de chía, frutos secos como las nueces, almendras, pepitas de marañón o con el aceite de oliva extra virgen, el cual es utilizado para preparar los aderezos de las ensaladas; pero ante todo, concluyó que es preferible que esa comida sea preparada en casa.

Reportaje: Diamar Diaz Nieto

Foto: Zoraida Sánchez