Hospital “Dr. Ezequiel Abadía”, en Soná, brinda atención de estimulación temprana

El Programa de Estimulación Temprana y Alto Riesgo Neonatal (PETyARN) del Hospital “Dr. Ezequiel Abadía” (HDr.EA), de la CSS, en Soná, continúa con la atención a los pacientes desde los 8 días de nacidos hasta los 7 años de edad, con una atención integrada.

De una manera integral se canalizan a los infantes que acuden al HDr.EA; los niños citados a sus controles de salud de enfermería, pasan a la atención en pediatría, y si presentan algún indicativo de retrasos en sus etapas de desarrollo, son referidos a la atención del PETyARN, de inmediato, expresó la Lcda. Krist Hidalgo, terapeuta  del programa.

En el programa se les brinda la atención y se les da la  orientación a los padres para que sigan con la estimulación de sus bebés en casa, ellos juegan un papel importante en el seguimiento de los ejercicios sicomotores y de lenguaje, ya que muchos de ellos vienen de áreas apartadas de la región, dijo Hidalgo.

Entre los factores de riesgo que más afectan a los infantes están: hijos de madres multíparas, madres adolescentes, nacimientos prematuros, cesáreas y partos con complicaciones, explicó la Terapeuta.

En  la atención se evalúa el desarrollo global del paciente,  y se realiza observación del sistema motor como el gateo, movimiento, si sostiene su cabeza, el caminar; y de presentar retraso en estos aspectos, se refirieren al Departamento Fisioterapia. Igualmente, en el área del lenguaje, de no cumplir con sus balbuceos y hablar a la edad indicada son enviados  a fonoaudiología.

Para esto, trabajan de manera conjunta los  pediatras, enfermeras, estimulación, fonoaudiología y fisioterapia, en bien de los infantes, los que reciben la atención en sus evaluaciones, estimulación y orientación para que, de una manera oportuna,  se corrija  alguna deficiencia  que pueda presentar él bebe.

Cabe señalar que la atención se brinda tomando todas las medidas de bioseguridad para evitar el contagio por el nuevo coronavirus.

Nota de prensa y  fotos: Margarita Carrasco